El arte de Hilma af Klint (1862- 1944) es una ventana al mundo invisible que está más allá de aquello que percibimos con los sentidos.
Sus obras, cargadas de simbolismo, nos hablan de la generación y plasmación del cosmos, del desarrollo de la conciencia, de los procesos del átomo y el espíritu y del propio camino en búsqueda del sentido de la humanidad. Con un mensaje claramente universal, Hilma usa formas, símbolos y colores para llegar al alma de todo ser humano y provocar momentos de comprensión profunda y espiritual.
Por decisión propia su obra permaneció escondida durante décadas. Hilma renunció a su propio ego artístico para que su obra pudiera ser comprendida, legándola al futuro.
En las últimas décadas su obra está creando un gran impacto en el mundo del arte, no dejando a nadie indiferente. Las diferentes exposiciones que se han hecho a lo largo del mundo han tenido gran afluencia de público, superando toda expectativa.